Arte y Espectáculos

Patricia Sosa: “Creo que mis canciones también tienen que prestar un servicio”

Después de participar en teatro con la obra "Perdidamente", la cantante regresa a Mar del Plata para repasar su repertorio, en el marco de un encuentro que describe como "álmico".

Nuevamente Patricia Sosa eligió Mar del Plata como una de las estaciones de su Gira Mágica. Desde el escenario del Teatro Roxy, la prestigiosa cantante llegará este viernes con su banda que también integra su hija Marta.

Tras una temporada con la obra “Perdidamente”, Sosa dejó de lado a la actriz y volvió a full con la música, los discos y las grabaciones. “Estoy con sobredosis de estudio”, dijo en una larga entrevista con la LA CAPITAL.

– ¿Cómo gestaste esta nueva gira?

– Estuve un año y medio haciendo teatro, “Perdidamente”, fue muy hermoso hacerlo, pero me quitó mucho ocio creativo, me di cuenta de que mi cabeza no creaba y cuando creaba no tenía tiempo para plasmarlo. Entonces después de hacer dos temporadas, una en Buenos Aires y otra en Mar del Plata, decidí cortar. Cuando fui al estudio, me quedé dos meses enteros componiendo todos los días, plasmando ideas que tenía, agarrando letras viejas, haciendo letras nuevas y me di cuenta de que ese era mi lugar. Me encontré con la banda, empecé a pasarle temas nuevos y la magia de la música es una cosa tremenda para mí. Cuando le pasaba los temas nuevos y empezábamos a tomar mate todos juntos charlando sin tiempo, sin horario, me di cuenta de que era mágico. Por eso a mi gira le puse Gira Mágica, porque la magia hizo que podamos salir enseguida.

– ¿Cómo es compartir el escenario con tu hija?

– Compartir todo con mi hija es lindo, cuando era más chica era más mamá que jefa. Me daba vuelta y me fijaba si tenía bien puesto el micrófono, si la luz le daba bien, si la tarima era la que correspondía, si el sonido que le llegaba era el que ella necesitaba. Cuando me dijo que se iba sentí en definitiva un alivio porque no me podía relajar nunca. Ahora que es grande me encanta que haya vuelto porque le pedí que volviera. Marta es una actriz que tiene mucho trabajo. Pensé que me iba a decir que no y al final me dijo que sí, entonces es un placer porque es una adulta, sabe lo que quiere, tiene mucha experiencia, canta muy bien y tiene mucha presencia en el escenario y ahora pasa todo lo contrario: me da una seguridad importantísima.

– ¿Cómo sentís el regreso a Mar del Plata con tu perfil de cantante tras haber hecho temporada como actriz?

– Mar del Plata es una ciudad fascinante e ir a tocar, ir a cantar, es otra cosa que estar todos los días haciendo una función. Si bien yo disfruté mucho, ir a cantar es otra cosa porque voy a un encuentro álmico, la gente que me sigue a mí tiene como una sensibilidad en común conmigo y viene a juntarse con mi música, va más allá de lo que yo represento, es solo el audio, la música, es lo que nos une. Yo trato de que esto sea un evento donde todos seamos partícipes. Yo voy a ofrecer lo que tengo y la gente me ofrece también lo que tiene, es un ida y vuelta hermoso.

– Más allá de lo técnico, ¿cuánto tiene que ver tu propia espiritualidad, tu estado emocional en la voz, la interpretación?

– La técnica ayuda muchísimo a que todo lo que tu cabeza piensa y le pide a las cuerdas vocales, pero la espiritualidad sirve para otra cosa. Uno se mete en una emoción que a veces no transitó en esta vida terrenal y directamente te disparás al espacio, es decir, te comunicas con la voz y con el sonido más allá de lo que hay alrededor tuyo. Yo no sé a dónde se va mi voz, no tengo ni idea por dónde va a aparecer, una vez se apareció en la selva del Impenetrable, otra vez se aparece en lugares donde me necesitan y ponen un tema mío y ahí está. La espiritualidad lo que te hace es tener conciencia de que también estás prestando un servicio. Yo creo que mis canciones también tienen que prestar un servicio, sino sería muy tonto, pararse arriba de un escenario ¿para qué? ¿para que te aplaudan? eso es muy efímero y hablaría solamente del ego. A mi me interesa que mi voz se vaya de viaje, viaje con la gente y sea la banda de sonido de alguna situación.

– ¿Hay una canción de todo tu repertorio musical que te sea más significativa por algún motivo especial?

– Tengo muchas canciones que me identifican y que cada una de ellas me lleva a una época de mi vida, pero lo que pasó con “Aprender a volar”, más allá que no fue el tema más exitoso de mi carrera, es que la gente la tomó como propia, se convirtió en un himno, viajó por el mundo en la pandemia, fue una cosa tremenda, cómo se agradecía. Debe ser porque la hice en lengua de señas a lo mejor, no sé, no sé porque no fue el tema de difusión del disco.


– Siempre cuidaste mucho tu voz. ¿Cómo hacías durante la temporada, cuando el teatro te exigía mucho y vos continuabas con shows musicales en vivo?

– Hice un sacrificio muy grande haciendo temporada de verano, había días en que me esperaba el remis en la puerta del teatro, me contraté un remis porque no podía irme manejando tan cansada. Me hacía los 400 kilómetros y me estaba esperando el micro de gira, con el micro me estaba esperando mi banda y me iba al festival que correspondía, terminaba el festival, el remis me estaba esperando en Buenos Aires y de ahí me traía los 400 kilómetros. Fue muy extenuante, quedé agotada, pero con la voz nunca tuve problemas, la verdad que no, durmiendo las horas necesarias, haciendo las vocalizaciones y aparte tengo mucho entrenamiento y mucha ruta, así que no, gracias a Dios como yo le digo a las cuerdas vocales ‘mis chicas siempre se portaron de 10’.

– Le gana siempre la cantante a la actriz ¿Por qué?

– Yo tuve siempre muchas propuestas para hacer todo: cine, teatro, televisión y siempre, siempre me gana la cantante, siempre porque cuando empiezo a cantar levito y es otra cosa. Es magia pura y aparte es tan poco rutinario, un día cantás una canción de una manera y al otro día la podés cantar de otra manera, porque tu entorno es diferente, porque tus pensamientos son diferentes, porque tu día es diferente. Es fascinante.

– ¿Sos de mirar atrás y hacer balances? ¿Qué te genera ver el camino recorrido profesionalmente, desde las primeras canciones con La Torre, el hito que marcaste en aquella etapa, y todo lo que vino después?

– La verdad, no soy mucho de hacer balances, yo vivo el día. ‘Hoy, mi vida es hoy’ es mi lema, pero el otro día me pasó algo que me sirvió mucho. Estamos acostumbrados en este último tiempo a que escuchamos música para mirar los espectáculos. Es más fuerte lo que se ve en las pantallas, lo que se baila, y bueno es lo que tenemos ahora y yo también me entretengo mirando a las nuevas generaciones, que todo vino muy rápido. Las redes hacen que todo sea ya en este momento y que si publican una canción en el mundo entero se esté replicando y dentro de una semana sale otra y sale con un vídeo, es una producción inmensa la que tienen las nuevas generaciones, pero el otro día me fui a la casa de Lito Vitale con mi amiga. Fui a ver el vídeo nuevo y toda la obra nueva de Hilda Lizarazu, que es maravillosa ‘Hilda canta Charly’. Y escuché y mire y era tan fantástica la obra de García, era tan fantástico lo que Vitale había hecho con esa obra de García que le puso en un valor inmenso, y tan fantástico lo que Hilda hacía arriba del escenario que lloré todo el tiempo y saqué esta conclusión: la experiencia no es en vano. Yo caminé tanto camino, dejé huella en cada lugar y cuando los pibes tengan 40, 50, 60 años van a saber que hubo alguien que caminó por el barro. Por eso tengo las piernas tan fuertes, a mí no me voltea un vientito. Hace muchos años que canto. ¿Por qué es esto? Porque tenemos experiencia porque remamos mucho, porque todo nos costó y supimos hacerle frente a muchas adversidades, porque que nos pasen un disco significaba, no sé, una gloria. Era muy difícil y entonces dije ‘Valió la pena, valió la pena porque hace tantos años que estoy cantando y tantos años que lo disfruto’. Me di cuenta de que la experiencia sirve y es lo que nos hace sólidos.

– ¿Cómo surgió el tema “Aprender a querer”? ¿Cómo fue el proceso de composición?

– Surgió porque vi mucha gente que le teme a la compañía, dice ‘no me voy a comprometer, no, esto genera mucho compromiso’. Pero no solamente hablo de parejas, hablo de amistades. Hablo de ‘no te voy a llamar por teléfono, no me llamen por teléfono’ un mensajito, nos olvidamos de hablar y le digo a la gente ‘déjense querer, déjense cuidar’ que es tan lindo que te quieran y que te cuiden, no se dan cuenta de las cosas que se pierden. Yo entiendo porque todos tenemos miedo, si se acerca a alguien y te pregunta algo uno se aleja en vez de encarar una conversación porque tenés miedo de que te roben, tenés miedo de que te maltraten, hay miedos, pero cuando uno logra vencer ese miedo y se deja querer…

– ¿Estás trabajando en material nuevo?

– Resulta que estoy con todo el material terminado de un nuevo disco, que lo pensaba sacar ahora, pero mi compañía me sugirió hacer primero un disco con el baladista mexicano Manuel Mijares, un disco de grandes éxitos y la verdad que lo vi muy lindo. No tengo demasiada relación, pero es un gran cantante y muy querido en México y Estados Unidos, entonces ahora empezamos a elegir repertorio y creo que este disco saldrá suponte en dos meses más o menos. A fin de año estaré presentando este disco de Manuel Mijares. Lo termino de grabar y empiezo a grabar el mío. O sea que estoy con sobredosis de estudio.

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